10 Oct 5 razones por las que tu restaurante necesita un experto en diseño

Juan Antonio Carcelén es arquitecto, experto en diseño e identidad corporativa y consultor de negocios. Es fundador y director de Reformarketing, con la que en menos de 4 años, junto con su equipo, han ayudado a más de 50 empresas a crecer y mejorar sus resultados gracias a su marca y a su espacio de ventas.

Han desarrollado proyectos globales para restaurantes (Siete Semillas, Málaga), cafeterías (Mi Familia, Alicante), heladerías (Brownie & Cream, Alicante) y hoteles (Primavera Park y Primavera Loix, Benidorm), entre otros. En todos ellos se han incrementado los beneficios.

Empezaré con un dato que creo que es importante para entender por qué escribo este artículo: En 2016 se crearon 38430 empresas dedicadas a “Servicios de comidas y bebidas”, y se cerraron 39848. El dato es brutal.

¿Qué significa esto en palabras llanas?

Que los bares, cafeterías y restaurantes que abren cierran en un momento dado.

Es decir, que cuando abren tienen los días contados.

Por eso creo que es importante buscar explicaciones, saber porqué pasa esto, y ponerle solución. Existen, como es normal, muchos motivos por los que un restaurante no funciona. Pero os voy a dar razones para pensar que su diseño y su interiorismo es una de las más importantes. Dicho de otra manera, os voy a dar 5 razones por las que un restaurante necesita un experto en diseño para tener más probabilidades de triunfar.

RAZÓN NÚMERO 1. Porque el aspecto es el primer indicador de confianza de la gente.

Hay estudios que confirman que factores directamente relacionados con el diseño, como el color, el modo en que se coloca el mobiliario, la iluminación, y en general el conjunto de todo, son la causa principal de que las personas desconfiemos de un local. Y eso provocará que lo rechacemos de inmediato, porque la confianza es el primer indicador de felicidad de las personas. Aquellas con mayor confianza son las más felices.

Por tanto, si conseguimos crear un local que genere confianza (y esto tiene que ver con su diseño de manera directa), tendremos muchas más posibilidades de que entren clientes y que se traduzca en ventas. Y, por supuesto, si no lo hacemos ocurrirá todo lo contrario, que no venderemos.

Esto que parece obvio no lo es tanto. ¿A cuántos nos ha pasado que hemos entrado a un restaurante o a una tienda y a los 5 segundos hemos salido porque no nos ha causado buena impresión? No es necesario que un local esté cochambroso para que provoque desconfianza.

RAZÓN NÚMERO 2. Porque somos más felices en entornos agradables.

Está igualmente demostrado científicamente que fabricamos más oxitocina y serotonina, relacionadas con la relajación y el disfrute, si nuestros entornos son agradables. Por tanto, diseñar un restaurante que resulte agradable para sus comensales provocará que estén más relajados y disfruten más la experiencia, y eso hará que las posibilidades de que repitan y nos recomienden sean mucho mayores.

Hasta ahora, tanto la primera como la segunda razón son hechos científicos. No hablamos de decoración, de lo que creen unos u otros, de especulaciones. Hablamos de datos demostrados que nos están marcando el camino para obtener más beneficios gracias a nuestro local físico, al espacio de nuestro restaurante. Sigamos.

RAZÓN NÚMERO 3. Porque la gente procesa mejor la información en forma de historia.

En los últimos años se ha hablado de la necesidad de avanzar en el diseño de locales comerciales, hoteles o restaurantes (y de cualquier espacio relacionado con la venta de productos o servicios) hacia la creación de emociones en nuestros clientes. Ya no es suficiente con tener buenos precios, atender bien a los clientes y tener un local bonito. Pero para conseguir emocionar al cliente, en este caso a nuestros comensales, hay que saber cómo hacerlo, y eso no está al alcance de cualquier diseñador. Para empezar, porque no se trata simplemente de que nuestro restaurante sea bonito. Es más, la belleza es muy relativa. Lo que a alguien le puede parecer bonito, a otro puede no gustarle nada. Como se suele decir, “para gustos, colores”.

Pues bien, las historias suelen ser emocionantes. Entonces… ¿Por qué no diseñamos nuestro restaurante como un lugar en el que se pueda desarrollar una historia? En el momento en que un cliente cuente su experiencia a cualquier amigo o conocido suyo, será más fácil que los dos recuerden el restaurante y la experiencia que uno de ellos ha vivido. Es lo que hacen muchos de los grandes restaurantes con estrellas Michelín, donde los menús son auténticos relatos basados, por ejemplo, en las cuatro estaciones del año o en los viajes del chef a lugares de todo el mundo. Existe un restaurante en Perú, el Central de Virgilio Martínez, donde el menú se basa en altura a la que se recogen los productos, donde cada plato es en sí mismo un ecosistema. Es, en realidad, la historia de Perú y su orografía tan peculiar, desde el mar hasta los Andes y sus tribus ancestrales. Suena bien, ¿verdad? Pues imagínatelo en un local donde, por ejemplo, cada zona estuviera decorada de una manera acorde a los diversos platos del menú. Otro ejemplo, Dabid Muñoz de Diverxo (3 estrellas Michelín) creó un concepto de interiorismo para el restaurante donde cada mesa, cada silla, cada cortina… están pensadas para servir los platos de su menú, y de ningún otro. Por eso no puede servir ni un menú más de los que tiene programados cada día. Pero la experiencia es espectacular, y nadie la olvida.

Porque de eso se trata, de generar una experiencia muy positiva e inolvidable. Recuerdo  cuando diseñamos la heladería Brownie & Cream, en Alicante. Había al menos tres heladerías más a menos de 30 segundos, por lo que la competencia era enorme. Su fundador me dijo: “Vamos a ser los nuevos. Por eso quiero que, cuando pasen por delante del local las familias, los hijos les digan a sus padres que quieren entrar. Quiero un local lleno de fantasía, que les encante a los niños. Los padres no pueden resistirse a las peticiones de sus hijos”. Así que creamos un concepto de heladería donde el chocolate rebosaba por las vitrinas, los caramelos colgaban del techo, y los helados se servían en un carrito como hacían los antiguos heladeros. Contamos una historia de fantasía. Y ocurrió exactamente lo que el dueño del negocio quería. Porque sabíamos cómo funcionaba la mente de nuestro cliente potencial y diseñamos para ello. Esa es la clave.

RAZÓN NÚMERO 4. Porque todo negocio debe convertirse en una marca si quiere obtener beneficios a largo plazo.

Y un restaurante, por supuesto, también. En el caso de las franquicias parece obvio, pero en el caso del resto de negocios de hostelería parece que no está tan claro. Conseguir que nuestro restaurante signifique algo más que comer, que trascienda a un modo de pensar o de comportarse, nos permitirá fidelizar a nuestra clientela y generar más recomendaciones, por nombrar sólo una de sus ventajas.

La marca es un concepto que pocos empresarios comprenden del todo bien, ya que es algo intangible, que está ahí pero que es difícil de medir. Lo que sí podemos asegurar es que una marca bien posicionada y trabajada es capaz de multiplicar los beneficios de cualquier negocio exponencialmente, sin ni siquiera emplear más recursos para ello. Por eso otro día hablaré de la identidad de marca.

RAZÓN NÚMERO 5. Porque todos sabemos cocinar, y no por ello lo haríamos en nuestro restaurante. 

Me gustaría hacer una reflexión. Todos pensamos que cocinamos bien, pero si fuéramos a montar un restaurante contrataríamos a un cocinero profesional, ¿verdad? Entonces, ¿por qué pensamos que podemos diseñar nuestro restaurante sólo porque tenemos buen gusto? Como hemos podido ver, existen fórmulas para diseñar restaurantes más rentables. Desde la identidad de marca hasta el diseño del local. Y son sólo algunos profesionales y expertos en diseño los que las conocen.

Éstas son algunas recomendaciones que seguro que te servirán para hacer que tu restaurante sea un éxito, pero existen muchas más. Escribiré más artículos con los que trataré de ayudarte a conseguirlo. Por eso, te recomiendo que lo tengas en cuenta. Porque ya lo dicen la mayoría de empresarios exitosos: si quieres llegar lejos, debes rodearte de los mejores.