03 Dic El camarero, ese que está detrás de la barra
Autor Invitado
David es un apasionado por la Hostelería que siempre intenta ver lo mas bonito de esta actividad y disfrutar de su trabajo que además es su hobby.
Y en soyhostelero.com, su blog, nos cuenta a través de sus artículos todo lo que sabe acerca del mundo de la hotelería.
En la actualidad (y unos años atrás) está en auge la cocina con grandes chefs, programas de TV y todo el circo que se monta, por ejemplo, con las estrellas Michelín (que hace no demasiado tiempo eran poco conocidas).
Por supuesto, es merecido ese reconocimiento y prestigio a los cocineros, pero ¿qué sería de los cocineros sin los camareros, y viceversa?.
Hoy día hay quien va a un restaurante porque alguien afamado está en su cocina, pero (casi) nadie va por aquella persona que regenta la sala. Sin embargo, el camarero, sumiller, maître, ayudante de sala… son esos profesionales que te aconsejan y resuelven tus dudas sobre la carta, los platos y esos “novedosos” ingredientes que en cocina han pensado incluir. Saben idiomas, de vinos, maridajes, coctelería, tipos de café, protocolo… e incluso poseen conocimientos culinarios.
Por muy bueno que sea el plato y la elaboración, un mal servicio puede llevarlo al traste por completo. Así pues, el buen camarero siempre estará atento a todo, que no le falte nada al comensal, sabrá estar en su sitio y el cliente finalmente se irá feliz por la experiencia en su conjunto vivida.
Desgraciadamente, la profesión de camarero siempre ha estado infravalorada. Esto se debe a varios motivos: El horario que normalmente se tiene en esta profesión, muchas horas al día. Siempre trabajar en festivos cuando la gente descansa y se divierte; la habitual precariedad laboral; el trato diario y constante con el público que, no siempre, es el mas adecuado. También el hecho, de que siempre ha sido, y es, un trabajo muy recurrido como salida para aquel/lla estudiante o persona de otro oficio que encuentra una opción en la Hostelería. Óscar Carrión, (Director de GastroUni) afirma en un post “Somos un país de camareros y a mucha honra”. Es cierto entre otros motivos, porque uno de los grandes potenciales de España es el turismo, somos un país con un gran turismo gastronómico.
El cliente actual cada vez, afortunadamente, tiene mas información y conocimiento sobre lo que consume. Esa “curiosidad” hace que el profesional que le atienda deba de estar en constante formación y leyendo siempre sobre Gastronomía.
Pese a la fama de los chefs, en España también tenemos grandes jefes de sala, como Abel Valverde (autor del libro Host y jefe de sala del Restaurante Santceloni) o el maestro, Javier de las Muelas (Dry Martini)
Ferrán Centellers, que fue sumiller en elBulli y dijo “El camarero tiene súper poderes para hacer un café y hacer feliz a la gente”.
Al entrar al restaurante te recibe, te acompaña a la mesa, te acomoda como buen anfitrión y toma nota de tu comanda.
Josep Roca (Can Roca) afirma “Yo siempre necesito justificar que soy camarero, mientras que mi hermano Joan (Roca) nunca le piden explicar porque es cocinero”. Esta es una frase muy identificativa de este gremio. Muchas personas piensan que el/la que está en un bar o en restaurante de camarero es porque no ha encontrado otro trabajo y/o no le gusta lo que hace. Y normalmente no es así, el camarero siente pasión por la Hostelería y es una forma de vivir.
“Servir es amar y una forma de entender la vida” (Javier de las Muelas).
El personal de sala no son transportistas de platos y bebidas, el trabajador que piense así le aconsejo que se baje de este barco. Hay que trabajar con ganas, entusiasmo, compañerismo, viviendo el oficio y amabilidad. Siempre con una sonrisa.
El camarero ha de tener hambre de aprender y estar orgulloso de su profesión y hacer la mejor experiencia posible para el cliente desde el momento que atiende la llamada para realizar la reserva hasta el momento en el que este se marcha del local deseando volver y aconsejar a sus allegados.
Un buen restaurante necesita buenos camareros.David Romero